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DICIEMBRE 09, 2018 POR: Columnista Invitado EDICIÓN No. 23

La mujer arraigada

FOTO: Internet

POR: Acorde Rosa

No es un secreto que la mujer ha sido violentada de muchas maneras a través de la historia, aún lo es y el machismo ha sido cómplice de muchas familias destruidas, muchas mujeres resignadas, denigradas, explotadas, no quisiera entrar a la misma discusión de hace siglos y culpar a la política o a la cultura patriarcal que desde siempre ha manejado todo como le place, pero claro que tiene toda la culpa, la cultura nos crea una forma de parecer para ser aceptados, el machismo no es otra cosa que una imposición cultural.

Resulta curioso que algo tan fácil de decir y de entender derivado del mismo discurso de siempre, dirán algunos, la repetidera de la repetidera, sin embargo es preocupante que a pesar de todos los maltratos tan presentes diariamente sea tan difícil lograr un verdadero rechazo hacia la violencia, porque la realidad que nos rodea es salvaje por sí misma, por el nivel social, por el nivel educativo, por el racismo, entre tantos otros aspectos deplorables para cualquier ser humano sea hombre o mujer.

Las mujeres machistas, generalmente vienen de familias machistas, donde se vivió en diferentes situaciones y fue lo que aprendieron, desde su abuela hasta su madre y sus primas que ahora también tienen hijos y siguen repitiendo la misma historia, la del padre maltratador, borracho, mujeriego, y las mujeres se quedan y aguantan convirtiéndose en cómplices, admitiéndolo y resignándose a ser denigradas toda la vida.

Estas mujeres son las mismas que muchas veces defienden posturas de maltrato hacia las demás mujeres, como violaciones justificadas con su forma de vestir, golpes y maltratos por parte de sus parejas sentimentales con la justificación de que “se lo busco” o “quien sabe que hizo para que le pegaran” y entonces suceden cosas como que a las mujeres también nos dan ganas de entrar al baño y no podemos orinar en la calle porque es terrible y mal visto  mientras un hombre orina, escupe, se saca los mocos, y hasta se masturba en la calle y no pasa nada.

Todas estas situaciones han llevado a formar movimientos "revolucionarios" como el feminismo, en el cual luchan por los derechos de las mujeres y protestan contra la violencia de género, hacen cosas que hacen los hombres para demostrar que la mujer también puede, se dejan crecer los pelos de todo el cuerpo para protestar y pareciera que se quieren  parecer a uno de ellos, y me pregunto si hay más mujeres como yo que queremos conservar nuestra feminidad a nuestra manera, sin sentirnos representadas por ningún grupo que también pretende hacernos saber cómo debemos entonces comportarnos por ser mujeres.

Una de las mayores razones por las que no estoy de acuerdo con el feminismo es por su afán de igualar lo inigualable, separado por unos genitales distintos, y sus ideas netamente políticas entradas en discursos que resultan ser más bellos que lo que practican en su diario vivir, todos estos ideales se olvidan que en nuestro interior cada ser es único y distinto, que estas son solo otras formas de querer condicionar algo nuevo partiendo de algo viejo como excusa, la verdadera revolución esta en practicar ese "feminismo" que yo llamaría respeto por la vida, de los demás y de la mía misma, como forma de apropiarme de un discurso si es que de eso se trata.

A veces pareciera que nos encanta victimizarnos en lugar de apropiarnos de nosotros mismos, seamos hombres o mujeres, un partido de futbol de mujeres, una salida en bici por la ciudad y una protesta de cuatro horas no hacen el cambio, el cambio está en las acciones diarias, apropiándonos de nuestros comportamientos y asumiendo las consecuencias de los actos y las decisiones, hay que decir NO cuando hay que hacerlo, sin pena, sin miedo, sin remordimiento, sin temor, ahí comienza el  verdadero rechazo a la violencia y al machismo.

Ser mujer es una de las cosas que más he amado, agradecido, disfrutado, pero también lo he rechazado, lo he odiado, me he arrepentido de serlo, unos días me gusta mucho otros días no tanto, lo que si podría afirmar es que las mujeres tenemos un poder muy grande y esa sensibilidad la agradezco cada día.

Dejemos de arraigarnos a lo que nos han impuesto, busquemos la libertad femenina pero sobre todo la individual del ser, y aceptemos que somos un complemento y así vinimos esta vida, reconozcámonos como parte de la vida universal e individual y disfrutemos del otro sin querer quitarle, sin pretender añadirle, más bien agreguémosle amor y buenas “vibras” para que todos comencemos a sanar colectivamente.

REVISTA EROTIK


3 COMENTARIOS

  • Jaime alberto   

    Me gusto mucho!!!! Felicitaciones a lá columnista! Muy interezante!!!! Nuevamente muchas felicitaciones!!!!

  • Andres   

    De acuerdo con el artículo!!! Andres

  • zagara   

    muchas mujeres hoy en día no tienen muy claro lo que es feminismo y lo asocian con tener las piernas abiertas a todos, por rebeldía. o aun peor asumen que el feminismo fomenta ser iguales que los hombres sobre todo en lo malo que ellos son. eso esta mal. que buen buen reportaje.

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